Hace unos días se hizo pública la intención por parte del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, de modificar el reglamento, para ampliar el arco de uvas blancas permitidas dentro de la DO, a la de todas las uvas blancas autorizadas en Castilla y León ; la idea, para este simple consumidor , es muy atractiva, pero la cara «B» que parece ocultarse detrás, no me ha gustado nada ; personalmente, siempre he expresado mi deseo que las bodegas ribereñas recuperasen las uvas tradicionales de la zona, en especial la albillo, para elaborar vinos blancos, como así se realizaba hace unas cuantas décadas ; pero lo que me cuentan es que puede ser una manera de autorizar la plantación de verdejo por doquier , intentando competir con DO Rueda, en una lucha que parece la de dos equipos intentando evitar el descenso de categoria ; autorizar la hondarribi zuri por ejemplo, no creo que lleve a elaborar chacoli / txakoli , o autorizar la gewuztraminer tampoco lo veo muy viable ni realmente interesante ; sólo espero que la puerta que ahora se abre, permita que en Ribera se intente competir , en un futuro lejano ciertamente, con los blancos de Rioja, y no con los verdejos de Rueda ; espero que no metan la pata, sería un error imperdonable no aprovechar la oportunidad para mirar mas allá ; seguiremos atentos la evolución del caso, pero mientras seguiremos probando tempranillos de la zona, como el tinto ribereño que hoy os traigo.
- No es tierra de gewuztraminers, pinot noir o hodarribi zuris