El tiempo libre en las fiestas navideñas, me permitió poder disfrutar de algunos clásicos del cine ; uno de los que mas lejos me quedaban en la memoria es esta obra extraña de Federico Fellini , que interpretó con su particular visión , la incompleta historia escrita por Petronio en el siglo I, en tiempos de Nerón ; la película Satyricon (1969) viaja por ese realismo mágico y pseudohistorico que suele proponer Fellini en algunos de sus filmes , mostrando como cotidianas , locas y mundanas ensoñaciones decadentes ; en la retina queda siempre el banquete del liberto Trimalción, similar en algunos aspectos a los que celebramos cada Navidad , cargado de más de un exceso .
Inolvidable la escena cuando Trimalción recita unos versos a sus invitados , y recibe la queja del poeta Eumolpo , acusándole de plagio ; la pena para el pobre poeta fue ser lanzado al fuego, por dudar del talento del ostentoso Trimalción ; como si de dicho banquete se tratase, el vino que hoy os traigo acompañó mi cena de nochebuena , y creo que sería del gusto del poderoso Trimalción.
