Aquella mañana era casi como las demás, mucho curro, mucho papel, muchas urgencias derivadas de la cercanía del fin de año , los míseros objetivos , lo normal en cualquier oficina en diciembre ; una pequeña discusión pseudolaboral acabó con un servidor derrotado, como si la sangre se le hubiese congelado de repente, como si la Tierra hubiese dejado de girar , o Helios hubiese perdido las riendas de su carro dorado, deteniendo el tiempo , y aquellos ojos… rojos como la Navidad, me hicieron recordar a este personaje maldito , Medusa, capaz de convertir en piedra a quién la mirase fijamente a los ojos ; la fortuna de Medusa fue sobrevenida, no teniendo la bella sacerdotisa especial culpa de su maldición, sino que los dioses Poseidón y Atenea jugaron con ella , pero buscando una foto para ilustrar esta idea , dí con este fantástico cuadro de Caravaggio , y su expresión fue muy similar a la que yo ví, odio, rabia y miedo a la vez ; os aseguro que a vosotros también se os hubiese quedado el corazón como un iceberg , dentro de mis botas ; confío en que todo quede en una escaramuza, un ataque preventivo, pero si no es así, debo actuar como Perseo, y luchar contra Medusa, aunque temo que no seré capaz de derramar su sangre, y liberarla de su maldición ; aquella tarde, recordando su afinidad por los vinos riojanos, me abrí este vino buscando calma , buscando recuperar el cálido pulso, y levantarme otra vez al campo de batalla.
- Testa di Medusa (1597) de Michelangelo Merisi da Caravaggio
Gracias por tus comentarios. A tu salud y por un excelente 2015 lleno lleno de buenos vinos!!!
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Así sea, este año promete maravillosas experiencias 😉
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